lunes, 28 de enero de 2013


Los amorosos andan como locos

porque están solos, solos, solos, 

entregándose, dándose a cada rato, 

llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos

viven al día, no pueden hacer más, no saben.

[...]

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, 

a mujeres que duermen con la mano en el sexo, 

complacidas,

a arroyos de agua tierna y a cocinas. 

Los amorosos se ponen a cantar entre labios 

una canción no aprendida.

Y se van llorando, llorando

la hermosa vida
Del pasado no tiene usted que recordar más que lo placentero



martes, 8 de enero de 2013

Cuando uno ama nos sentimos al borde del abismo, el pasado se olvida, el presente se disuelve, el futuro no existe. 
Porque el amor es así, loco, imprescindible, temerario, te absorbe, te consume, te devora. Te pone alas en los pies y cosquillas en el corazón, te hace reír, te hace llorar, te hace soñar, pero sobre todo te hace sentir profundamente viva


Despierto sin ganas de otro día, y será el último 
pocos me creen, hoy llega mi edén 
lo asumo y ni dudo, lo juro 
de corazón, advierte mi alma muerta 
no es una amenaza, es una mentira 
que acabo siendo cierta 
dejé la puerta abierta y una nota 
a medio escrita, se leía con dificultad 
adiós mamá y papá, decía en ella 
salí descalzo, sin fuerzas, sin ganas 
me imaginé en el suelo, muerto, y nadie lloraba 
paseo por una calle solitaria 
todo está oscuro y llueve 
las farolas me observan 
y el paso en el tiempo me duele 
el filo de mi cuchilla me aprieta, es ella 
llegaré al final de la forma más fácil 
la vida no es bella 
tan sólo busco estar solo ahora 
en un laberinto sin salida 
dejé de pedirla ayuda a Dios 
hablo con mi conciencia, a solas 
ella me pide que apriete el gatillo 
y tengo miedo de decir adiós 
lo siento si he fallado una vez más 
he notado la vergüenza al mirarme en el espejo mamá 
perdóname, te lo suplico! 
no se si me explico 
estoy sentado en la barandilla de un séptimo piso 
pero, ya estoy muerto, por dentro y estoy cansado 
estoy harto de vivir huyendo siempre del pasado 
fui cobarde, me rendí más de una vez estuve a punto 
punto en mi libreta esta historia incompleta, ya ni lucho 
páginas en blanco, tintadas del rojo de mi sangre 
no merezco ni una lágrima 
mi nota de suicidio llegó tarde 
firmé un documento con Satanás 
para liberarme sólo tengo que saltar sin más. 

Salto, salto a un vacío que nunca se acaba 


pasa mi vida por mis ojos y el tiempo se para 


para no verme mas la cara, dispárame bah! 


mi alma pide a gritos salir de su cuerpo ya